Romper paradigmas, día naranja.

Hoy se conmemora el día internacional en contra hacia la mujer, es común en muchas culturas que se permitan diferentes tipos de violencia, hoy encontraremos un sin fin de información al respecto, en esta ocasión quiero tratar el tema sólo como un acto de pensamiento personal.

La mayoría de las mujeres hemos sido violentadas de alguna manera, sea física, psicológica, económica, social, cultural y espiritualmente.

Por estereotipo nos han mantenido en una ideología de sumisión y que debemos aguantar estos tratos inhumanos, todo empieza en casa, las enseñanzas que mostramos a nuestros hijos tanto padres como madres, al creer que lo inculcado por nuestros padres es la forma que debemos inculcar a nuestros hijos.

Romper paradigmas es un reto imperativo para acabar con cualquier tipo de discriminación, no solo las de género.

Informarnos, reeducarnos, leer, escuchar y sobretodo utilizar nuestro sentido común.

Ninguna persona debe ser sometida, humillada, ultrajada, violentada y mucho menos asesinada, por su forma de ser, por su forma de vestir, por su condición social, ni por sus creencias. 

He escuchado y leído, sobre que nos hemos enfocado solo en las ideas feministas, que no tomamos en cuenta a los hombres, creo que es una percepción de cada uno de nosotros, la lucha de la equidad y la igualdad son temas que nos atañen a todos sin excepción. 

Si partimos por el hecho de que todos merecemos las mismas oportunidades, establecemos la pauta de una mejora de la sociedad.

Desafortunadamente, aún en estas épocas estamos en lucha continua por los derechos humanos, porque pareciera que vamos en retroceso, si tomamos en cuenta no solo la situación endémica mexicana, sino mundial, nuestros líderes siguen con ideas retrogradas y pocos son los que realmente desean cambios, pero existen personas que les atemorizan los cambios y frenan de todas las formas posibles el crecimiento de los demás.

Las ideas machistas no solo son de los hombres, sino también de las mujeres, cuando nosotras mismas hacemos comentarios sobre otra mujer de manera despectiva y poco empática, y eso permite que los mismos hombres continúen con sus pensamientos misoginos, porque nosotras mismas hemos dado pie a esas ideas.

Antes de pedir respeto de los demás, debemos respetarnos y amarnos, aunque se lea como un cliché, sé que es difícil realizarlo porque hemos aprendido a conformarnos y aceptar que lo dicho por los demás es cierto, nos lo creemos y dejamos en nuestra memoria esas ideas distorsionadas.

Pero si se puede, si realmente deseamos cambiar y ponemos todo nuestro esfuerzo es posible el cambio, si lo hacemos es el primer peldaño para subir y que el cambio sea global.

Para poder amar al prójimo, debes amarte tú.

Para que exista el cambio en todos, empieza contigo.

Deja de creerte superior o inferior, solo siente que estás a la par de todos.